Desplegar el tiempo. Entender la obra como proceso.
Rastreando por la red encontré descubrí esta obra de Ana Soler:
La instalación titulada “Causa-Efecto” de la artista Ana Soler (Sevilla, 1972), en sus propias palabras: “intenta invadir de una forma absoluta el espacio de la Galería Mustang con solo un pequeño elemento que se repite para provocar sensación de movimiento. Una pelota de tenis aparece multiplicada en el espacio generando parábolas en una buscada ilusión óptica que pretende representar su desplazamiento. El tiempo parece estar comprimido por cortes visuales que coinciden con el movimiento fijado por el efecto del bote que la misma pelota dispone en el espacio de la galería. Todo está fijo en un mismo momento visual, como si viésemos una película en un solo instante, como si nuestra vida incluso sucediese en un tiempo detenido.”
En el momento en que ví la obra empezaron a establecerse conexiones en mi cabeza, conexiones que hablaban de una posible historia anterior a la obra y que la sitúa en contexto con otras.
Como decía Platón, la tarea del arte es hacer visible lo invisible. Uno de los fenómenos del mundo natural que más ha inspirado a artistas a lo largo de la historia es el movimiento y como traspasarlo al lienzo, papel fotográfico o instalación. La captura de uno o varios instantes y la rotura de su condición diacrónica – de los fenómenos que ocurren a lo largo del tiempo – para desplegarlos en una representación sincrónica – que se desarrolla en perfecta correspondencia temporal con otro proceso o causa – de los mismos.
Esta es una pequeña enumeración de imágenes que hablan de desplegar el tiempo en distintas expresiones artísticas.
Pongamos algunas imágenes junto a otras: